Es curioso que acá se festeje San Valentín como algo privado entre dos enamoradxs, y de forma excluyente. Si no tenés “tu enamorado/a” -tengas o no pareja-, estás afuera de celebrar nada. Dando lugar, por supuesto a toda clase de antivalentines contestatarios.⠀
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Me gusta más la idea de otras culturas en las que saludar a alguien, a varios, a muchas, el 14 de febrero con un pequeño gesto, un chocolate, una tarjeta, una frase en un papel, es simplemente decir YO amo. Y es suficiente.⠀
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Hoy mi maestro Yoda, @sethgodin , posteó algo sobre la inclusión, y decía: “Es un poco como darle a cada niño de la clase una tarjeta de San Valentín. Algunos dicen que abarata el sentimiento porque no se trata de selección, sino de inclusión. Creo que de selección ya tenemos mucho.”⠀
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Hay varias historias, ninguna más cierta que otra, sobre el verdadero San Valentín. Pero me llamó la atención una que habla del cura romano que, estando cautivo, ayuda a la hija ciega de su captor, devolviéndole la vista.⠀
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Y vuelvo a pensar en el sentido del amor como algo propio, independiente del otro, de su amor/no-amor. Algo que sucede en vos… o no sucede. Pero cuando pasa, cuando le das el lugar en tu corazón para que pase, es suficiente para que se produzca la magia.⠀
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Y ames. A vos, a los demás, las cosas lindas, la maravilla cotidiana.⠀
Ames crear, construir, conectar.⠀
Dar.⠀
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¡Feliz San Valentín!⠀
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“And in the end, the love you take, is equal to the love you make. | Y al final, el amor que recibes equivale al amor que haces.” ⠀Última frase del último tema del último álbum de The Beatles.
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