La máquina del tiempo

Hace unos días lleve a Julieta a conocer mi Colegio, con motivo de celebrarse su Aniversario 50.
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Estaba hermoso, con muchas cosas nuevas pero también muchos rincones tan intactos como en mi memoria.
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Jugamos un rato en el mismo arenero en que yo lo hacía a su edad, y luego nos acercamos a ver la muestra de fotos que ocupaba toda la pared del patio.
Ansiosamente me busqué en las postales de viajes y actos escolares de los años 80.
Y habiendo encontrado algunas, les saqué fotos a la fotos y me traje así los tesoros.
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Pensaba después…
Cuando Juli quiera mostrarle a su hijx fotos de su infancia… cuántos clicks le llevará?

Si, soy de la generación Polaroid. Tengo una caja de diapositivas con un visor por el que veo a mi niñez en 3D. Pero sólo si cierro un ojo.
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Al igual que vos, vi nacer el mundo digital, internet, los celulares, las redes sociales.

Pero mi vieja, que era de la generación Spica, del radioteatro, antes de la TV, terminó sus días cobrando por diseñar páginas webs y portadas de libros, porque fue lo último que se le ocurrió aprender (a los 60) y hacer bien, como todo lo que aprendió e hizo en su maravillosa vida.

La capacidad de adaptarnos a los cambios, aprender día a día algo nuevo, mostrarnos honesta y abiertamente, y ofrecer a otrxs ese valor nuevo adquirido es lo mejor que podemos hacer en esta máquina del tiempo.

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¿Y vos? ¿Cómo te vas adaptando a estos tiempos?