Lila… sos vos?!
Marga!! Tanto tiempo, cómo estás! Mirá donde nos volvemos a encontrar, es increíble!!!
Siiii! No lo puedo creer. Imposible olvidar ese viaje que hicimos juntas a esta misma playa en Cancún trabajando para la agencia.
Menos los margaritas que tomamos brindando y jurando volver pero por las nuestras, te acordás? jajaja Qué locura!!
Por supuesto. No pasa un sólo día en que no recuerde esa noche maravillosa… Las rancheras, la luna, la fiesta en la playa… Todo era tan perfecto…
Ese fue un click para mi, sabés? Quizás no te lo dije, o no me di cuenta en su momento, pero lo cierto es que cada paso que di después fue pensando en esa noche.
En saber que al día siguiente tomaríamos el vuelo de regreso a Buenos Aires para empezar otra semana igual a la anterior y a la anterior y a la anterior… y a la siguiente. Aguantando a los jefes en la Agencia de Viaje, a la pesada de Clarita, al molesto de Fernando, y a toda la lista de clientes con sus quejas y delirios, que teníamos que atender según el grosor de sus billeteras.
Por eso renuncié.
Por eso desaparecí, dejé de pagar el alquiler, vendí el auto y me fui a vivir a Catamarca, a casa de una tía.
Por eso volví a agarrar la guitarra después de años.
Y volví a cantar, que tanto me gustaba.
A hacer mi música, a componer canciones.
Después me mudé a Córdoba y anduve tocando, trabajando en bares, entre otras cosas. Y en unos años, junté plata para el pasaje y me vine a México. Directo a Cancún. A esta misma playa. Sin nada más que mi guitarra, algo de ropa y unos pocos pesos.
Esa primer noche dormí en la arena, había luna llena también… Y recuerdo que me dormí llorando.
Pero me desperté pensando en nuestro brindis de entonces… Y todo empezó a acomodarse. Conseguí trabajo tocando en un hotel, conocí a otros músicos, hice amigas y amigos… me enamoré de otro loco como yo… y tenemos una loquita hermosa, que canta y baila con nosotros por las mañanas… Libertad se llama.
Qué hermosa…
Y vos? Que fue de tu vida, qué hiciste estos años?
Bien, tranqui, me casé, tuve una nena también. Va al colegio dentro de Barrio Privado en el que vivimos. Mi marido… bueno, te vas a reir… es Fernando! jaja Sí, terminamos juntos, que se yo… Y bueno… seguimos trabajando en la Agencia… y acá estoy, otra vez me mandaron a Cancún.
Qué bien, Marga… y sos feliz?
Si, yo siempre quise vivir tranquila, viste… Y vos, sos feliz?
Si, yo siempre quise ser libre.
Lila… Vamos por unos margaritas?
Claro que si, amiga, vamos!
4 comentarios
Fabian · mayo 28, 2020 a las 8:00 pm
Tranquilamente libre, pareciera ideal.
Maya · mayo 28, 2020 a las 8:11 pm
claro! En un estado ideal de cosas, deme todo! Llevo! Claro. Pero siempre vemos que cada cosa que priorizamos tiene un precio que estamos o no dispuestos a pagar según el valor que le asignamos. Y no es igual para todos. Gracias por leer y comentar, Fabián!! Saludos!
Luciana · junio 1, 2020 a las 10:33 am
La Felicidad suena tan distinta según la campana que la toque.. lo hermoso es que a pasos, de a poco, en el camino, todas las campanas suenen.
En el mapa de cada quien, el tesoro lo encontraremos con distintos caminos, diferentes recorridos, tantísimos más desafíos, y entre ellos decidir qué es y cómo es esa Felicidad.
Gracias Maya*
Hermosa semana para vos 🙂
Maya · junio 1, 2020 a las 1:32 pm
Qué lindas palabras, Luciana! Qué inspiradoras!!!
Muchas gracias por dejarlas acá.
Abrazo, buena semana y buen mate!
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